viernes, 14 de noviembre de 2008

APRENDIENDO UN NUEVO IDIOMA EXTRANJERO

Al estudiar un idioma extranjero, los hábitos de estudio cambian por completo. Sin importar la edad del alumno o la institución educativa que eligió, necesariamente tendrá que planificar su tiempo para ser parte de ese nuevo aprendizaje. Afrontar la instrucción en una lengua extranjera no es nada fácil, por ello, se deben tomar en cuenta todos los aspectos que se encuentran dentro de este proceso.
En principio, ser conscientes de que estudiar requiere de un esfuerzo constante y constituye un cambio del sistema de vida. Sobre todo en lo que respecta al régimen de estudio que es necesario iniciar, para lograr dominar ese idioma a la perfección. El cambio se tiene que apreciar en las responsabilidades, el tiempo, la madurez para el cumplimiento de las metas, el compromiso con el curso, etc.
Todos esos detalles –de alguna manera u otra- definen lo que el estudiante desea conseguir al aprender ese idioma extranjero. Lógicamente que las metas son diferentes. Se establecen de acuerdo a las necesidades de cada estudiante y, al ser de diferentes edades, sus metas son distintas. Ellos son los únicos que deciden prestar atención a las clases o simplemente acudir por obligación.
Por más que sean menores de edad y se encuentren bajo la supervisión de sus padres, de todas maneras, de los mismos alumnos depende aprender o no. Ellos son los únicos que deciden responder a sus expectativas personales o simplemente conformarse con lo logrado hasta ese momento. Es por ello que la decisión de aprender una nueva lengua debe ser muy bien analizada en todos los aspectos.
Uno de los que siempre influye es el horario. Se debe tener en cuenta que en el aprendizaje de un nuevo idioma las clases se programan para la teoría y la práctica. Es por ello que sí existen otras responsabilidades, es mejor elegir un horario que no sea muy extenso y, si es posible, de sólo tres veces a la semana. De esa manera no se genera un cansancio o estrés por las actividades diarias.
El análisis del horario y los demás aspectos requiere de madurez. Aunque los alumnos sean pequeños, los padres deben darles a conocer todo lo que implica aprender un nuevo idioma. Como estudiantes es necesario encontrarse preparados para cada actividad y que no sea un motivo para sorprenderse. Debemos considerar que ese aprendizaje será evaluado y, si en verdad queremos éxitos, debemos asumir esa labor con compromiso.
Mientras las calificaciones sean excelentes, será posible asumir nuevos desafíos y conseguirlos. Estudiar un idioma extranjero es el comienzo de una nueva etapa, por lo tanto, son necesarios que transcurran algunos días para adaptarse a esa enseñanza y la metodología del profesor. Es por ello que los estudiantes deben ser pacientes y hacer todo lo posible para que esa adaptación no demore mucho.
La actitud dice mucho del estudiante. No importa si los conocimientos sobre esa lengua son mínimos, lo importante es ser receptivos en todo momento y estar dispuestos a aprender. Esa actitud le permite al profesor ir estableciendo un perfil para cada uno de sus alumnos y, de acuerdo a eso, planificar mejor el trabajo a desarrollar.

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