viernes, 14 de noviembre de 2008

APRENDIENDO EL INGLÉS POR PURO GUSTO

Aprender un idioma tal y como se mueve el mundo, con la globalización y todo lo que ello significa, siempre va a resultar una decisión positiva. Ya sea por trabajo o por educación, el aprender un nuevo idioma siempre va a significar la apertura a un mundo de nuevas posibilidades. Mientras más universal sea el idioma que decidamos aprender, mayores serán las nuevas opciones de educación o de trabajo que se nos presenten. Esta la posibilidad a postular a becas de estudio en el extranjero, de ambicionar puestos en el sector comercial y con mucho roce de clientes extranjeros. También esta la otra posibilidad: aprender un idioma por puro gusto.
Cuando se aprende un nuevo idioma, no necesariamente tiene que gustarnos, porque el supuesto es que estamos conociendo algo desconocido para nosotros, entonces es imposible que nos guste o disguste algo que en realidad no conocemos. Lo que sí debemos hacer es irle agarrando gusto según van avanzando las clases, es importante que le pongamos muchas ganas y mucha dedicación a lo que estamos aprendiendo ya que eso ayudará a que el aprendizaje se lleve de manera más agradable y satisfactoria, inclusive ayudará en acelerar el tiempo de aprendizaje y por tanto, ahorrar tiempo y dinero.
Dicen que lo que se hace con gusto se hace mejor, esto también resulta a la hora de aprender un nuevo idioma. Debemos intentar que el nuevo idioma nos agrade, para esto podemos ampliar nuestro conocimiento sobre la lengua, es decir, conocer más allá de eso, conocer las costumbres, las tradiciones y la cultura misma de esa sociedad. Esto nos ayudará a conocer y comprender un poco más el nuevo idioma. Esto mismo sucede con muchas personas que se inician en el aprendizaje de un nuevo idioma y terminan por fascinarse con la cultura del origen de esa nueva lengua.

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